lunes, 19 de abril de 2010

La Saga de Geralt de Rivia, El último deseo, de Andrejz Sapkowski.

Mi anterior intento de reconciliación con el género de la fantasía heroica fue un rotundo fracaso. Lo achaqué tanto a la calidad (escasa) de aquella novela, como a mi propia senectud como lector. Tal vez, me dije, la épica ya no me conmueve como lo hacía cuando tenía 15 o 16 años. Quizá es cosa mía y ya no me emociono con grandes batallas y magos en proceso de aprendizaje, cosas de la edad y de una imaginación menos disparatada.
Y acerté a medias.

Y digo a medias porque una vez leído El último deseo, primer volumen de la Saga de Geralt de Rivia, del escritor polaco Andrzej Sapkowski, me he dado cuenta que no es necesaria la épica meliflua ni las grandes batallas para vibrar con la fantasía. Cada página de este excelente libro es cálidamente próxima al lector, repleta de personajes que casi se pueden tocar. Se percibe el amor de Sapkowski por ellos en cada diálogo, en cada descripción, y especialmente por el complejo protagnista Geralt.
El último deseo no es, empero, una novela, sino una sucesión de relatos más o menos interconectados en los que se nos presentan los quehaceres de Geralt de Rivia, brujo que se dedica a cazar a los monstruos que rondan en derredor de los pueblos y villorrios a cambio de unas cuantas monedas. Es Geralt un personaje tremendo y profundo; humanamente imperfecto y resignado a ser uno de los últimos de su oficio, que se está perdiendo precisamente por la eficacia de sus miembros: a más monstruos muertos, menos monstruos que matar... hasta convertirse en un recuerdo y, por tanto, en un mito.
Geralt acepta el destino de su profesión como el mecanógrafo tuvo que aceptar la llegada de los ordenadores: sin grandes tragedias. Así es la vida, se dice, y continúa hacia adelante. Todo lo contrario al exagerado lirismo de otras obras del género, en El último deseo la extinción (de razas, de oficios, de una forma de concebir el mundo) se acepta como inexorable y, además, natural.
Los relatos de este primer volumen hunden sus raíces en famosos cuentos populares como Blancanieves, La bella y la bestia, La cenicienta o Caperucita Roja, solo que Sapkowski los pasa por la batidora que tiene alojada en esa cabeza polaca y convierte a Blancanieves en una ex-princesa sedienta de venganza, a Bella en una especie de vampiro de colmillos retorcidos y a La cenicienta en un caballero con cara de erizo.
No cabe duda que Sapkowski es un escritor en las antípodas de los fanboys norteamericanos que de un tiempo a esta parte se nos han puesto a publicar horrendas novelas de fantasía y terror. De hecho, Sapkowski es un escritor de verdad, con tinta en las venas e historias que contar a mansalva. El último deseo es una excelente forma de reconciliarse con un género demasiado autocomplaciente y repetitivo, un afortunado ejemplo de cómo la buena literatura no se basa exclusivamente en lo que cuenta sino en cómo lo cuenta; pero sobre todo es el inicio de una saga que exige a los lectores un mínimo de complicidad e inteligencia, cosa que lamentablemente no abunda demasiado por estos lares de espada y brujería, tal y como los monstruos en el mundo de Geralt.

La Saga de Geralt de Rivia consta de los siguientes volúmenes publicados en España por Bibliópolis, a falta del octavo y último:

-El último deseo
-La espada del destino
-La sangre de los elfos
-Tiempo de odio
-Bautismo de fuego
-La Torre de la Golondrina
-Camino sin retorno
-La Dama del Lago.

3 comentarios:

  1. A mí me ha pasado más o menos como a ti. Tras haber leído bastante fantasía a los 15, me distancié bastante del género, y ahora me cuesta muchísimo encontrar algo que me apasione como me apasionaban entonces esos libros de una pandilla de aventureros que salvaban el mundo.

    De vez en cuando los recupero, pero lo único que los salva es la nostalgia, los sentimientos y recuerdos que recupero al releer esos viejos libros, pero acaba dejando una sensación de vacío.

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  2. Pues Geralt es una cura contra eso, Padawan. Te lo recomiendo.

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  3. Sí, me he leído los dos primeros libros, debería seguir comprando los siguientes. Y también comprar un nuevo PC para jugar a The Witcher :)

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